El Kendo es un gendai budo, un arte marcial moderno, tal como el Judo, Aikido, surgidos después de la restauración Meiji (1868) en Japón.
No tiene un origen formal, ni un fundador único, como Jigoro Kano (Judo), o Morihei Uesiba (Aikido) sino que fue un consenso entre varios maestros de las principales escuelas de espada.
El manejo del sable en Japón esta fusionado con su historia desde su propia fundación, no en vano uno de los tres símbolos del emperador es una espada.
No se puede nombrar con precisión su comienzo pero si que alcanzo su cúspide durante las guerras de Ōnin y el posterior período del Sengoku Jidai o “la era de los estados combatientes”. Donde los daymios luchaban por el poder con ejércitos de samurais. A pie a caballo, con lanzas, arcos y espadas entre otras armas.
Al terminar este periodo turbulento de guerras se estableció el shogunado Tokugawa, que dio la paz en todo Japón a partir de 1615, en el Periodo Edo.
Japón se aisló del mundo exterior, los avances técnicos extranjeros eran despreciados y en este momento de estabilidad y aislamiento florecieron distintas escuelas de espada cada una con sus técnicas propias y el arte del manejo de la espada o Kenjutsu alcanzo su mayor grado de refinamiento.
Pero todo este estilo de vida se vio abruptamente cortado con la aparición de los barcos negros del comodoro Perry en 1853. Japón se vio forzado a entrar en la escena internacional y estaba dolorosamente atrasado con respecto a las naciones Europeas y Norteamericanas. En esta momento el mismo shogun y mas tarde el nuevo emperador Meiji en 1868 empezaron a modernizar y occidentalizar el país, entre otros el ejercito. En un mundo moderno de rifles de repetición y artillería las espadas estaban anticuadas.
Durante años la antigua casta guerrera y los maestros languidecieron, sus conocimientos se fueron preservando a través de sucesores pero el numero de practicantes fue en franco retroceso.
Pero el auge nacionalista de Japón tomo el testigo. En 1895 se establecio la Dai Nippon Butoku Kai (Gran Sociedad Japonesa de las Virtudes Marciales) Concientes de que la nueva corriente pro occidental les estaba privando de su particular cultura, tomaron el antiguo Kenjutsu, el arte de la espada, como un camino de la espada o Kendo, con un nuevo espíritu, no para aprender a matar, sino para, a través de el entrenamiento y la práctica destilar la disciplina del cuerpo y mente mediante la espada que tan unida esta a su cultura.
En 1911 se decidió incluir el Kendo en el curriculo de educación física en los colegios y universidades. Para unificar el corpus de técnicas y formas o Katas se reunió a un comité de maestros de las principales escuelas de Kenjutsu y se consensuó un conjunto de Katas, 7 kata de tachi-tachi y 3 kata de tachi-kodachi que contribuyeron enormemente en la difusión del kendo y establecieron un estilo unificado en las escuelas de Japón.
Así el Kendo floreció y fue fomentado por el gobierno en su vertiente más militarista, hasta la segunda guerra mundial.
Tras la derrota del eje y la ocupación de Japón por las fuerzas aliadas el mando aliado prohibió la práctica del Kendo, junto a otras artes marciales, debido al militarismo del que había sido objeto. No fue hasta 1952 que se fundo la Zen Nihon Kendo Renmei (Federación de Kendo de Japón), con una filosofía nueva de preservación de las artes marciales como cultura y su valor educativo. Tal y como han prevalecido hasta nuestros días.El Kendo es un gendai budo, un arte marcial moderno, tal como el Judo, Aikido, surgidos después de la restauración Meiji (1868) en Japón.
No tiene un origen formal, ni un fundador único, como Jigoro Kano (Judo), o Morihei Uesiba (Aikido) sino que fue un consenso entre varios maestros de las principales escuelas de espada.
El manejo del sable en Japón esta fusionado con su historia desde su propia fundación, no en vano uno de los tres símbolos del emperador es una espada.
No se puede nombrar con precisión su comienzo pero si que alcanzo su cúspide durante las guerras de Ōnin y el posterior período del Sengoku Jidai o “la era de los estados combatientes”. Donde los daymios luchaban por el poder con ejércitos de samurais. A pie a caballo, con lanzas, arcos y espadas entre otras armas.
Al terminar este periodo turbulento de guerras se estableció el shogunado Tokugawa, que dio la paz en todo Japón a partir de 1615, en el Periodo Edo.
Japón se aisló del mundo exterior, los avances técnicos extranjeros eran despreciados y en este momento de estabilidad y aislamiento florecieron distintas escuelas de espada cada una con sus técnicas propias y el arte del manejo de la espada o Kenjutsu alcanzo su mayor grado de refinamiento.
Pero todo este estilo de vida se vio abruptamente cortado con la aparición de los barcos negros del comodoro Perry en 1853. Japón se vio forzado a entrar en la escena internacional y estaba dolorosamente atrasado con respecto a las naciones Europeas y Norteamericanas. En esta momento el mismo shogun y mas tarde el nuevo emperador Meiji en 1868 empezaron a modernizar y occidentalizar el país, entre otros el ejercito. En un mundo moderno de rifles de repetición y artillería las espadas estaban anticuadas.
Durante años la antigua casta guerrera y los maestros languidecieron, sus conocimientos se fueron preservando a través de sucesores pero el numero de practicantes fue en franco retroceso.
Pero el auge nacionalista de Japón tomo el testigo. En 1895 se establecio la Dai Nippon Butoku Kai (Gran Sociedad Japonesa de las Virtudes Marciales) Concientes de que la nueva corriente pro occidental les estaba privando de su particular cultura, tomaron el antiguo Kenjutsu, el arte de la espada, como un camino de la espada o Kendo, con un nuevo espíritu, no para aprender a matar, sino para, a través de el entrenamiento y la práctica destilar la disciplina del cuerpo y mente mediante la espada que tan unida esta a su cultura.
En 1911 se decidió incluir el Kendo en el curriculo de educación física en los colegios y universidades. Para unificar el corpus de técnicas y formas o Katas se reunió a un comité de maestros de las principales escuelas de Kenjutsu y se consensuó un conjunto de Katas, 7 kata de tachi-tachi y 3 kata de tachi-kodachi que contribuyeron enormemente en la difusión del kendo y establecieron un estilo unificado en las escuelas de Japón.
Así el Kendo floreció y fue fomentado por el gobierno en su vertiente más militarista, hasta la segunda guerra mundial.
Tras la derrota del eje y la ocupación de Japón por las fuerzas aliadas el mando aliado prohibió la práctica del Kendo, junto a otras artes marciales, debido al militarismo del que había sido objeto. No fue hasta 1952 que se fundo la Zen Nihon Kendo Renmei (Federación de Kendo de Japón), con una filosofía nueva de preservación de las artes marciales como cultura y su valor educativo. Tal y como han prevalecido hasta nuestros días.El Kendo es un gendai budo, un arte marcial moderno, tal como el Judo, Aikido, surgidos después de la restauración Meiji (1868) en Japón.
No tiene un origen formal, ni un fundador único, como Jigoro Kano (Judo), o Morihei Uesiba (Aikido) sino que fue un consenso entre varios maestros de las principales escuelas de espada.
El manejo del sable en Japón esta fusionado con su historia desde su propia fundación, no en vano uno de los tres símbolos del emperador es una espada.
No se puede nombrar con precisión su comienzo pero si que alcanzo su cúspide durante las guerras de Ōnin y el posterior período del Sengoku Jidai o “la era de los estados combatientes”. Donde los daymios luchaban por el poder con ejércitos de samurais. A pie a caballo, con lanzas, arcos y espadas entre otras armas.
Al terminar este periodo turbulento de guerras se estableció el shogunado Tokugawa, que dio la paz en todo Japón a partir de 1615, en el Periodo Edo.
Japón se aisló del mundo exterior, los avances técnicos extranjeros eran despreciados y en este momento de estabilidad y aislamiento florecieron distintas escuelas de espada cada una con sus técnicas propias y el arte del manejo de la espada o Kenjutsu alcanzo su mayor grado de refinamiento.
Pero todo este estilo de vida se vio abruptamente cortado con la aparición de los barcos negros del comodoro Perry en 1853. Japón se vio forzado a entrar en la escena internacional y estaba dolorosamente atrasado con respecto a las naciones Europeas y Norteamericanas. En esta momento el mismo shogun y mas tarde el nuevo emperador Meiji en 1868 empezaron a modernizar y occidentalizar el país, entre otros el ejercito. En un mundo moderno de rifles de repetición y artillería las espadas estaban anticuadas.
Durante años la antigua casta guerrera y los maestros languidecieron, sus conocimientos se fueron preservando a través de sucesores pero el numero de practicantes fue en franco retroceso.
Pero el auge nacionalista de Japón tomo el testigo. En 1895 se establecio la Dai Nippon Butoku Kai (Gran Sociedad Japonesa de las Virtudes Marciales) Concientes de que la nueva corriente pro occidental les estaba privando de su particular cultura, tomaron el antiguo Kenjutsu, el arte de la espada, como un camino de la espada o Kendo, con un nuevo espíritu, no para aprender a matar, sino para, a través de el entrenamiento y la práctica destilar la disciplina del cuerpo y mente mediante la espada que tan unida esta a su cultura.
En 1911 se decidió incluir el Kendo en el curriculo de educación física en los colegios y universidades. Para unificar el corpus de técnicas y formas o Katas se reunió a un comité de maestros de las principales escuelas de Kenjutsu y se consensuó un conjunto de Katas, 7 kata de tachi-tachi y 3 kata de tachi-kodachi que contribuyeron enormemente en la difusión del kendo y establecieron un estilo unificado en las escuelas de Japón.
Así el Kendo floreció y fue fomentado por el gobierno en su vertiente más militarista, hasta la segunda guerra mundial.
Tras la derrota del eje y la ocupación de Japón por las fuerzas aliadas el mando aliado prohibió la práctica del Kendo, junto a otras artes marciales, debido al militarismo del que había sido objeto. No fue hasta 1952 que se fundo la Zen Nihon Kendo Renmei (Federación de Kendo de Japón), con una filosofía nueva de preservación de las artes marciales como cultura y su valor educativo. Tal y como han prevalecido hasta nuestros días.